viernes, 8 de junio de 2012

LOS BORRACHOS - VELAZQUEZ

Esta escena presenta un aspecto vulgar e insolito.La acción tiene lugar al aire libre. Baco, muy iluminado desde la izquierda, y a medias cubierto con magníficas telas en tonos blancos y rosados, está sentado sobre un tonel con la cabeza ceñida de pámpanos y hiedra. Le acompañan dos supuestos miembros de su séquito. El dios procede a coronar a un hombre arrodillado ante él, mientras que los otros cuatro que se apiñan a su izquierda reflejan en sus rústicos semblantes los efectos de los vapores del vino. Dos de ellos dirigen sus miradas hacia el espectador como para hacerle partícipe de su alegría. En el ángulo superior derecho la figura embozada en la sombra resulta un contrapunto de la situada en el ángulo inferior izquierdo.
Velázquez aún conserva aquí el gusto por el tenebrismo de su etapa sevillana y un sentido del modelado altamente naturalista, pero en el paisaje del fondo se advierte ya su magistral y ligera pincelada.


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