viernes, 8 de junio de 2012

BALDAQUINO - BERNINI

Este Baldaquino fue construido por Bernini cuando tenia 25 años,con la ayuda de su padre Pietro y Borromini.Es la representacion de la exaltacion papal.
Esta compuesto por cuatro columnas en aspiral ascendente,de estilo salomónicos adornadas con elementos de la naturaleza,como uvas y abejas.Esta hecho de bronce prestado del Panteón de Agripa.
Esta apoyado sobre pedestales de marmol y acabado en el suelo con un altar donde se celebran las misas.Al lado hay una escaleras que llevan a las tumbas de los papas.
Su construccion esta sobre la tumba de San Pedro y debajo de la cúpula de Miguel Angel.
Bernini quiso simbolizar con este monumento las columnas del templo de Salomon en el cual cuentan que se apoyo Jesucristo.Cada coumna tiene una altura de once metros y un peso de diez toneladas.


Baldaquino de Bernini

LAS MENINAS

Velazquez se autorretrata pintando el propio cuadro a la izquierda del lienzo, afirmando así la supremacía del arte de la pintura. La infanta Margarita (1651-1673), vestida de blanco, aparece rodeada en el centro de la composición por sus damas de compañía, las “meninas” María Agustina de Sarmiento e Isabel de Velasco, dos bufones de la corte, María Bárbola y Nicolasito Pertusato, y un perro mastín. Detrás de ella, aparecen conversando un guardadamas, la dueña Marcela de Ulloa, y, en la puerta, al aposentador José Nieto.
Los reyes, Felipe IV y Mariana de Austria, se reflejan en el espejo del fondo, dando lugar a un juego espacial de extraordinaria complejidad.


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LA VENUS DEL ESPEJO

 Es uno de los pocos desnudos de la pintura española, junto a La Maja Desnuda de Goya. Es el único que se conoce de Velázquez, aunque parece que pintó otros.
El simbolismo explícito del cuadro se traduce en que Cupido, hijo de Venus, que es el amor, sostiene un espejo, en el que queda reflejado el rostro de la diosa de la belleza.
La figura alada de Cupido presenta los brazos delicadamente atados. Así, el amor es preso de la belleza. Venus se autocomplace, con cierto desdén, en la observación de su hermosura.



El espejo rectangular muestra el rostro de la modelo. Velázquez refleja en el cristal la imagen idealizada de la belleza femenina.
Por la posición del espejo, la mujer no se contempla a sí misma. El espejo mira hacia el observador.

CONDE DUQUE OLIVARES

Inició una carrera eclesiástica estudiando en la Universidad de Salamanca. La muerte de sus dos hermanos mayores le convirtió en heredero y le hizo abandonar los estudios para acompañar a su padre, el conde de Olivares, en la corte de Felipe III.
Al heredar el mayorazgo se retiró a Sevilla para administrar sus dominios. Pero regresaría a la corte en 1615 como gentilhombre de cámara del príncipe; desde ese cargo se ganó la confianza del futuro rey y se alineó, bajo la protección de su tío Baltasar de Zúñiga, en la facción del duque de Uceda, opuesta a la del valido duque de Lerma.
Afianzó sus posiciones en el periodo de declive del poder de Lerma y posteriormente se deshizo de la tutela de Uceda; de manera que, cuando accedió al Trono Felipe IV en 1621, Olivares pasó a controlar la situación, acumulando múltiples cargos palaciegos y regulando el acceso a la persona del monarca.

En un primer momento se dedicó a eliminar de la corte a los miembros de las facciones de Lerma y Uceda, condenando con castigos ejemplares los abusos del reinado anterior, pero también situando en los puestos clave a sus propios parientes, amigos, clientes y «hechuras», al tiempo que acumulaba para su casa títulos, rentas y propiedades. Su poder personal quedó reforzado mediante el recurso a las juntas, con las cuales tendió a suplantar el mecanismo de gobierno tradicional de los Consejos.

Retrato ecuestre del Conde-Duque de Olivares

LA FRAGUA DE VULCANNO - VELAZQUEZ

Pintado por Velázquez hacia 1630 en su primer viaje a Italia, fue posteriormente comprado por Felipe IV en 1634. El tema elegido está inspirado en las Metamorfosis de Ovidio: Apolo se acerca a la fragua de Vulcano para contarle la infidelidad de su esposa, Venus con Marte. Al escuchar la noticia toda la fragua se queda petrificada.

La Fragua de Vulcano

LOS BORRACHOS - VELAZQUEZ

Esta escena presenta un aspecto vulgar e insolito.La acción tiene lugar al aire libre. Baco, muy iluminado desde la izquierda, y a medias cubierto con magníficas telas en tonos blancos y rosados, está sentado sobre un tonel con la cabeza ceñida de pámpanos y hiedra. Le acompañan dos supuestos miembros de su séquito. El dios procede a coronar a un hombre arrodillado ante él, mientras que los otros cuatro que se apiñan a su izquierda reflejan en sus rústicos semblantes los efectos de los vapores del vino. Dos de ellos dirigen sus miradas hacia el espectador como para hacerle partícipe de su alegría. En el ángulo superior derecho la figura embozada en la sombra resulta un contrapunto de la situada en el ángulo inferior izquierdo.
Velázquez aún conserva aquí el gusto por el tenebrismo de su etapa sevillana y un sentido del modelado altamente naturalista, pero en el paisaje del fondo se advierte ya su magistral y ligera pincelada.


VIEJA FRIENDO HUEVOS - VELAZQUEZ

Se trata de una obra realizada al óleo sobre lienzo pintada por Velázquez en su primera etapa como pintor en Sevilla, antes del 1622.
Como todas sus obras de esta etapa, el estilo de la misma es el naturalismo tenebrista, en el que las figuras aparecen en un primer plano destacando sobre el fondo oscuro, fuertemente iluminadas por un foco de luz único, externo al cuadro y que normalmente entra por la izquierda del mismo. Así se ilumina la mujer que da título a la obra, el niño que la acompaña, la cazuela de barro en la que fríe los huevos y una serie de enseres y utensilios de cocina que aparecen representados.

Diego Velázquez (1599-1660), Vieja friendo huevos (1618), 99 x 169 cm
El cuadro pertenece al género del bodegón.
La vieja tiene una cuchara de madera en la mano derecha y un huevo que se dispone a cascar contra el borde de la cazuela en la mano izquierda, la anciana suspende la acción y alza la cabeza ante la llegada de un muchacho con un melón de invierno bajo el brazo y un frasco de cristal.